La Iglesia no es verdaderamente católica si no es, a la vez, ecuménica. Y no será plenamente una sin llegar a ser una en comunión visible con todos los discípulos de Cristo.

Cristóbal Pie-Ninot 

[La Iglesia: misterio, comunión y misión]

 

EL PROYECTO
INFOEKUMENE

Infoekumene.org es una plataforma de comunicación al servicio del movimiento ecuménico en España. Su propósito es dar visibilidad y reconocimiento al conjunto plural de iniciativas, reflexiones y experiencias que, desde distintas confesiones cristianas, promueven el camino hacia la unidad de los creyentes. A través de la difusión de noticias, convocatorias, documentos eclesiales, estudios y reseñas bibliográficas, el sitio busca fortalecer el diálogo interconfesional con un enfoque riguroso, pastoral y actual.

Abierto a la participación de autores de cualquier tradición cristiana que compartan una suficiente sensibilidad ecuménica, este espacio acoge tanto aportaciones académicas como testimonios, materiales pastorales o propuestas de diálogo que ayuden a profundizar la comunión entre iglesias en nuestro país.

Sin adscripción confesional, Infoekumene.org se configura como un instrumento plural y fiable, orientado a facilitar la colaboración entre comunidades cristianas diversas, desde la convicción de que el diálogo enriquece, la unidad fortalece y la fe compartida transforma. 

En suma, se presenta como un espacio de encuentro, memoria y propuesta, donde el anhelo de unidad cristiana se exprese con libertad, respeto mutuo y compromiso teológico-pastoral, en fidelidad al Evangelio que sigue convocando a la comunión en medio de la diversidad.

Juan García Biedma, creador de la página y fundador del boletín InfoEkumene, desarrolla desde 1977 una labor reconocida en el ámbito del ecumenismo contemporáneo español en cuanto difusor del ecumenismo en general. Es Licenciado en Ciencias Religiosas, Magíster en Teología Dogmática Protestante y diplomado en Ecumenismo, Diálogo Interreligioso y Sectas/NMR.

Su trayectoria incluye artículos, notas y reseñas en plataformas de referencia como Equipo Ecuménico Sabiñánigo, Lupa Protestante, Protestante Digital y Pensamiento Protestante, así como en revistas especializadas como Pastoral Ecuménica, Biblia y Fe y Theologica Nivariense. Durante varios años ejerció como secretario de la revista Pastoral Ecuménica, del Centro Ecuménico de Madrid, en donde impulsó la creación, coordinación y desarrollo del boletín digital InfoEkumene, convertido más tarde en plataforma independiente de difusión ecuménica bajo el título de InfoEkumene Difusión.

Participante activo en encuentros nacionales e internacionales —como las Semanas de Oración por la Unidad, las Jornadas de El Espinar o de delegados de ecumenismo de la Conferencia Episcopal Española o encuentros internacionales como el Encuentro de Guadalupe—, Biedma conjuga en su tarea el pensamiento riguroso con una sensibilidad ecuménica atenta a la rica diversidad eclesial.

Con la puesta en marcha del proyecto InfoEkumene.org, pone su experiencia y conocimiento al servicio de las confesiones cristianas españolas, con el fin de fortalecer la pastoral ecuménica en nuestro país. Su propuesta se aleja de cualquier particularismo y se orienta hacia una ecumenicidad abierta, colaborativa y teológicamente fundamentada, al servicio de las iglesias y del testimonio compartido del Evangelio.

Difusor

Juan G. Biedma
Ecumenista

Manifiesto ecuménico por la unidad 
cristiana y humana


 

«Que todos sean uno» (Jn 17:21)

Yo (...), creyente en Jesucristo, discípulo suyo en medio de la historia, me presento no como juez ni maestro, sino como servidor del Evangelio de la paz y testigo de una esperanza más grande que nuestras divisiones. Desde lo profundo de mi fe, y escuchando el clamor de un mundo herido por el sectarismo, las exclusiones y el fanatismo doctrinal, elevo este manifiesto:

  1. Creo en una única Iglesia de Cristo, más vasta que mis límites confesionales, más profunda que mis propias certezas. La reconozco allí donde el Evangelio es anunciado con sinceridad, donde el amor transforma las vidas y donde el Espíritu Santo sigue soplando, también fuera de mis formas litúrgicas o fórmulas dogmáticas y propuestas teológicas.
  2. Me duele la fractura del Cuerpo de Cristo, herido por siglos de sospecha, por cismas, por condenas mutuas y enfrentamientos, por el olvido de la oración de Jesús: «Padre, que todos sean uno» (Jn 17,21). La unidad no es ni lujo, ni diplomacia, ni estrategia, ni engaño diabólico, como tampoco es utopía o distopía, ilusión o vanidad: es el testamento y deseo del Señor.
  3. Me comprometo a no alimentar más trincheras con las Escrituras, ni levantar muros con las tradiciones. Quiero que mi fe sea puente y no foso, hospital de campaña y no fortaleza, posada en el camino y no calabozo retenedor.
  4. Rechazo toda forma de confesionalismo cerrado, que absolutiza lo propio y desprecia lo ajeno. Afirmar la verdad ni niega ni excluye al otro. Mi fidelidad no se opone al diálogo, ni mi ortodoxia a la apertura, al igual que mi amor por lo mío anula el encuentro.
  5. Defiendo el derecho de todo cristiano, de toda comunidad, a ser escuchada, acogida y respetada. Ningún carisma agota la riqueza del Espíritu. Ninguna Iglesia puede decir: «yo soy el todo». Porque la Iglesia de Cristo está presente en toda Iglesia que pivota sobre Jesucristo, y que vive y predica su Evangelio.
  6. Confieso mi pertenencia a una sola humanidad, imagen viva de Dios, más allá de toda lengua, pueblo o credo. Creo en una fraternidad sin fronteras, en la que la unidad de los cristianos es signo y fermento de reconciliación universal.
  7. Me comprometo a vivir el ecumenismo como camino espiritual y ético, no como pastoral de mínimos, sino como conversión del corazón. Buscar la unidad es obedecer a Cristo y abrirse a la sorpresa del Espíritu.
  8. Por ello, renuevo hoy mi opción por la comunión, por la escucha mutua, por el diálogo orante, por el amor que todo lo transforma. Me uno a todos los que, con gestos humildes y fe sencilla, siguen sembrando unidad donde antes se alzó la división.
  9. Creo que el cristiano ecuménico es un soñador del Reino de Dios con los pies en el lodo del camino: el de la renuncia, del esfuerzo, del trabajo paciente y sacrificado. Y con la mirada elevada hacia las estrellas: las de Abraham, la de Belén, las que anuncian por los profetas que aún es posible lo imposible: ¡Que todos sean uno!
  10. Creo que los cristianos ecuménicos, a pesar de su número tan pequeño, no caminos solos. Nos precede una promesa, nos acompaña el Espíritu y nos espera el día en que, sin frontera ni condena, sin nada que nos separe, el amor sea todo en todos, en perfecta y plena unidad.

Juan G. Biedma, ecumenista.

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